sábado, 19 de octubre de 2013

LA VIDA, AL FIN Y AL CABO



Al fin y al cabo, todos nos formamos en el interior de otro ser humano.

 

Al fin y al cabo, todos hemos sido niños.

 

Al fin y al cabo, fuimos totalmente dependientes de alguien que nos sacó adelante.

 

Al fin y al cabo, todos crecimos y dejamos miles de cosas pendientes de hacer.

 

Al fin y al cabo, ninguno resistimos más de dos días sin beber, o cinco sin comer.

 

Al fin y al cabo, cada cierto tiempo, expulsamos ese alimento.

 

Al fin y al cabo, necesitamos dormir, descansar, con cierta regularidad.

 

Al fin y al cabo, alguna vez, nuestro corazón se acelera involuntariamente.

 

Al fin y al cabo, quizá cuando menos lo esperábamos, siempre recibimos un regalo envenenado, y reconocemos que existimos.

 

Al fin y al cabo, el tiempo pasa, va pasando, y si no pasa, es peor.

 

Al fin y al cabo, nos tumbamos un día, y ya no nos volvemos a levantar,
porque al fin y al cabo, todos, tarde o temprano, queramos o no, dejamos de vivir.